LOS ALMUERZOS
Por Evelio Rosero*
Tiene un miedo horrible de ser un animal, sobre todo los jueves, a la hora del almuerzo. «Tengo ese miedo», dice, y descubre su joroba reflejada en la ventana. Sus ojos merodean por sus ojos: se desconoce: «Qué otro», piensa, «qué otro», y escruta su rostro. «Los jueves», se repite, «este jueves, sobre todo, que es el día de viejos». Martes de ciegos, lunes de putas, viernes de familia, miércoles de gamines, y sábado y domingo días de Dios, según el padre: «A descansar los espíritus», le pide, o, lo que es igual, a rezar y batir incienso: misa, misa, misa. Misa hay todos los días, Palabra de Dios, pero cada mediodía entre semana la parroquia es el infierno.