Edición 40 – Revista Cronopio

Edición 40 Revista Cronopio

Evolucion

EVOLUCIÓN BIOLÓGICA: ¿HECHO O TEORÍA?

Por Francisco J. Ayala*

Críticos de la evolución y, frecuentemente, el público declaran que la evolución es sólo una teoría y no un hecho. La ciencia, dicen, se basa en la observación y la experimentación, pero nadie ha visto el origen del universo o la evolución de las especies, ni estos acontecimientos han sido reproducidos en el laboratorio o por medio de experimentos. Estas críticas se basan en una concepción errónea acerca de la naturaleza de la ciencia y cómo se prueban y validan las teorías científicas.

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fugitivo-01

FUGITIVO

Por Gloria L. Velásquez*

Había muerto solo, como Antonio, lejos de su casa, abandonado, sin la presencia de aquellas figuras dulces de su infancia, la caja de chocolats a su lado que Bridget y yo le habíamos traído de París, aquellos chocolates finos y dulces que tanto placer le habían ofrecido a su cuerpo delgado, convertido ahora en otra estadística, otro miserable número de aquella ciudad cosmopolita a donde había huido hacía veinte años para hacerse la vida. Se me vino a la memoria aquel día en la Capital cuando me había dicho que se iba lejos, que ya no aguantaba vivir de mentiras: «Me voy Esperanza. Ya no aguanto todo esto», y en una voz lejana, como la de aquellos ríos solitarios de mi niñez que tantas veces me habían suplicado hasta que me sentaba a escucharlos, me presentó a Marcos comentando que los dos se irían juntos a los Estados Unidos. Había sentido celos al conocer al joven de pelo rubio y ojos azules que parecía demostrarle tanto afecto, pero al mismo tiempo sentí un alivio enorme al saber que alguien lo estaba queriendo como Daniel se lo merecía. Le había dado entonces la dirección de Bridget, haciéndolo prometerme que la llamaría en cuanto llegara a los Estados Unidos.

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Efemerides

LAS EFEMÉRIDES DEL «BOOM»

Por Alejandro José López Cáceres*

Lo mío no será tachar al «Boom», como se ha puesto de moda entre tanta gente de mi generación. Al contrario: lo mío será subrayarlo. Y celebrar estos cincuenta años transcurridos desde su deslumbrante explosión. ¿Quién tiene la fecha? Aunque no hay consenso, nadie podría negar que «La ciudad y los perros» (1963) de Vargas Llosa y «Rayuela» (1963) de Julio Cortázar algo han tenido que ver con su detonación. Los nuevos detractores del «Boom» han sacado otra vez el viejo memorial de agravios y repetido las vetustas diatribas de siempre. Pero yo voy a celebrar, pues he crecido leyéndoles, admirándoles y aprendiendo de su maravillosa literatura. Hay mucho que agradecerles. Aunque teníamos en Latinoamérica novelas importantes antes de los años 60 del siglo pasado, lo cierto es que apenas si teníamos novelistas. Quiero decir que aquellas obras previas al «Boom» o fueron libros únicos de sus autores o, con muy raras excepciones, pertenecieron a repertorios bastante magros. Para mal y para bien, en América Latina el novelista profesional fue inventado en esa década prodigiosa.

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Chipre

CHIPRE PENITENTE O EL MAL DE EUROPA

Por Antonio Hermosa Andújar*

¿Por qué esa chapuza? Para impedir que la deuda soberana chipriota ahogara a los chipriotas y su soberanía proclamando una vez más la de los mercados sobre la democracia, trámite UE y FMI, estos dos bancos decidieron prestar sólo 10.000 de los 17.000 millones pedidos por el gobierno chipriota, y decidieron también que la mayor parte del resto se obtendría gravando los depósitos de los ahorradores. Querían dinero contante y sonante, y lo querían seguro y ya, sin pasar por ninguno de sus llorados ajustes fiscales —tan buenos, bonitos y baratos a la postre, dada la entidad de problemas que solucionan—, que hunden a sus víctimas en la desconfianza de las instituciones y en la desesperación ante el futuro; y querían, además, castigar a las mafias rusas, que casi monopolizan el dinero de los bancos chipriotas no perteneciente a la UE.

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Gay nacionalismo

EL SUJETO GAY Y EL NACIONALISMO

Por Martín Valle*

La semana pasada (marzo de 2013), los primeros congresistas polacos transgéneros y abiertamente gays se sentaron en las primeras filas del parlamento polaco como una represalia simbólica a los comentarios antagónicos del ex presidente y líder laboral Lech Walesa. Ganador del premio Nobel de la paz e ícono de la democracia polaca, Walesa ha provocado la ira cuando hace dos semanas dijo que los gays, y toda minoría, no tenían derecho de desempeñar ningún papel prominente en la política nacional. Walesa expresó que los gays en el congreso polaco necesitaban ajustarse a cosas pequeñas, sentándose en las últimas filas del parlamento o, mejor aún, afuera de dicha cámara.

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La habana

VIAJE A LA HABANA

Por Jesús Jambrina*

I

En un callejón del Downtown de Miami
el viejo se levanta cada mañana en busca
de la lumbre que dejó en la esquina
que ayer padeció. Fue la otra noche
caminando entre los tanques de basura
que viajó a La Habana para encontrar
el botón perdido en los bares de Neptuno.
Pesca este hombre con los alambares
de la nostalgia un tiburón, una langosta
y dos piernas de mujer halladas de paso.
El mar se desempeña como alcoba
y desde Madrid llega ese gemido que
el hombre echa en su saco como un olvido.
¡Ay! qué noche la de anoche
¡Ay! qué sombra en el espejo
En la ciudad de las arcadas
el niño mira en las vidrieras el juguete
que alguien le regalará en el próximo cumpleaños.
Bombones, caramelos y un librito
de Emilio Salgari. También un yoyo
y 5 pesos para que tome helados
con sus amiguitos. Un callejón de Miami
es la puerta a un callejón de La Habana.
Un yate vuela en las aguas.

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Mentira

LA MENTIRA, ¿INCONSCIENTE O INMORAL?

Por Sergio Germán Cervantes Rodríguez*

«Aquí reside una interesante paradoja:
todos queremos ser libres para mentir,
pero ninguno queremos ser víctimas de
las mentiras…»
(David Livingstone Smith)

El autor del epígrafe desarrolla un libro bastante interesante sobre la razón de ser de la mentira. Lleva por título: ¿Por qué mentimos? Las raíces del engaño y el inconsciente (Livingstone Smith; David, 2011). Aquí se exponen diferentes aspectos, pero con dos tendencias bastante marcadas: la psicología evolucionista y el inconsciente, con raíces freudianas, pero; con aspectos más teóricos–empíricos, de una masa de conocimiento sobre la que no tenemos alcance seguro y que se pretende rosar en esta disertación.

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Tinieblas

LOS PROBLEMAS DE LA TIERRA Y DEL INDÍGENA EN «OFICIO DE TINIEBLAS»

Por Noé Ruvalcaba*

Dentro de la literatura del indigenismo mexicano se destaca una corriente que problematiza con profundidad el problema de la tierra y del indígena, bajo sistemas gubernamentales y económicos que siguen proyectos de índole occidental: la modalidad del neo–indigenismo. Rosario Castellanos es una escritora mexicana que publicó dos novelas neo–indigenistas, en las cuales se desarrolla un conflicto entre indígenas y terratenientes blancos por poseer o retener elementos culturales propios. Las novelas Balún Canán (1957) y Oficio de tinieblas (1962) de Castellanos, han sido ampliamente estudiadas, y un factor novedoso es la caracterización de los indígenas como individuos dentro del marco de su cultura y la situación en la cual se le comprende en su contexto cultural y cuestiones socio–políticas. Este estudio propone que esta aportación en Oficio de tinieblas permite analizar la complejidad del problema histórico del indígena y de la tierra en la novela del indigenismo mexicano.

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Angeles y demonios

ÁNGELES Y DEMONIOS EN EL TEATRO CHICANO DE LOS ÁNGELES

Por Jorge Huerta*
Traducción de Alfonso J. Quiñones**

Visualicé la imagen de «ángeles y demonios» en el título por varias razones. Primero, porque Los Ángeles, California, ha sido llamada «La ciudad de ángeles». Segundo, el teatro popular religioso del Suroeste, a menudo utilizaba ángeles y demonios en sus dramas litúrgicos. Tercero, el Teatro Campesino utilizaba diablitos y diablitas en algunas de sus antiguas creaciones colectivas llamadas «actos», ilustrando y recordando así el teatro religioso de los siglos pasados. En las primeras obras del Teatro Campesino el mensaje de la iglesia del bien contra el mal fue traducido en lecciones de justicia social. Los actos eran como autos sacramentales modernos, empleando figuras alegóricas para educar y entretener a su público. Los «ángeles», o héroes, eran los obreros de las granjas en huelga y los «demonios», por supuesto, eran los contratistas de trabajo agrícola y los ricos terratenientes que utilizaban tácticas violentas para evitar que los campesinos obtuvieran contratos sindicales. Por lo tanto la solución era clara: «Únete al sindicato», [se decía] en las satíricas dramatizaciones del bien contra el mal en los actos. El tema ya no era teológico sino político, siempre político.

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Julito

«EL PERSEGUIDOR»: EL EXCEPCIONAL Y SUI GENERIS JOHNNY CARTER

Por Juan Manuel Zuluaga Robledo.*

«Cualquier músico que diga que está
tocando mejor porque anda en la droga es
simple y llanamente un mentiroso…
Puedes perderte los años más importantes
de tu vida, los años de posible creación.
El bebop no es el hijo mimado del
jazz».
(Charlie Parker.)

En 1958, dos grandes autores del Boom de la novela en Latinoamérica, sorprendieron al mundo literario y narrativo con la publicación de dos impactantes nouvelles: «El coronel no tiene quien le escriba» de Gabriel García Márquez y «El Perseguidor» de Julio Cortázar.

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Mexico usa

NOS VOLVIMOS MEXICANOS ESTADOUNIDENSES —Segunda entrega—

Por Carlos B. Gil*
Traducción de Camilo Ramírez**

Pulse aquí para ver la primera parte

LA CALLE KALISHER

La calle Kalisher, la siguiente capa de mundo afuera de nuestro hogar en la calle Mott, estaba situada a tres cuadras de distancia. Adornada por negocios importantes para nuestra comunidad que nosotros, los chicos Gil, llegamos a conocer como la palma de nuestra mano. Los comercios de esta calle nos proveían de las cosas que necesitábamos cuando no queríamos ir de compras a las más extensas tiendas estadounidenses localizadas en la calle San Fernando, o más lejos aún en la avenida Maclay; las tiendas gigantes y cuadradas como WalMart no existían aún. Los negocios en Kalisher eran atrayentes para la gente como nosotros pues todas las transacciones comerciales eran llevadas a cabo allí en español. Si alguien como mamá o papá decidía hacer negocios en la sección estadounidense del pueblo, hacerlo requería cierto conocimiento del inglés. Además debía recorrerse un trayecto de mínimo quince minutos de ida y venida simplemente para llegar allí.

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Rond

ROND POINT

Por Aquiles Cuervo*

«Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo
pude haber sido alguien
mucho menos personal»
(Szymborska, Del montón)

Fumar, llenar sopas de letras, montar un video–club, no ir al cementerio ni al sindicato, volver al café El Tolo a ver la barra y a escuchar el ruido de Claudia y sentarme a leer en sus ojos las historias de tipos como yo, en desuso, esa iba siendo mi nueva realidad, por llamarla de algún modo. No ir más a la peluquería ni tomar solo ginebra. El tiempo, después de ella, fue dilatándose de otra manera. Un día me levantaba tarde y me tomaba toda la mañana libre, sin ocuparme de todo lo que debía escoger, botar y guardar. Una vida no se empaca, no se desecha, no se recicla, no se resuelve así como así en un par de días (eso lo había aprendido por ella). No es cuestión solo de coraje mexicano.

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Cancion funebre

CANCIÓN FÚNEBRE

Por Rui Caverta*

A mi madre,
Shine on you crazy diamond

El sonido de la madera crujiendo es insólito para nosotros. Transmite tantos significados: una persona moviéndose atrás de nosotros; una cuna antes inmóvil y pacífica ahora molesta por algo que no conocemos; algo que se ha roto; un movimiento fuera de nuestro entender, de muchas cosas. Todos ellos tenebrosos. El más fatídico, el del cerrar o abrir de un sarcófago o una tumba, se busca evitar o desaparecer pero siempre está dentro de nosotros. No hay sonido más espantoso que el crujir de la madera. Un argumento de este nivel, sin embargo, no tenía poder sobre la razón de Rosario quien en esos momentos se encontraba dentro de un sarcófago en la larga comitiva de su propio funeral. Parpadeó varias veces dentro de la caja, sin señas de verse molesta o desesperada.

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Deforme

DE FORME

Por Lina María Parra Ochoa*

Fui formada. Cuando nací me derramé por los lados de la mesa y quedé tirada en el suelo, sin rostro, sin forma. Luego me recogieron toda y me juntaron dentro de una sábana, dándome forma de bebé que lloraba, azul casi morado, porque adentro me estaba ahogando enredada en mí misma, el cordón umbilical rodeándome, apretándome el cuello, lo que me daba vida tratando de quitármela al tiempo. Desde entonces empecé a crecer de esa manera, las extremidades alargándose, la cabeza redondeándose, los ojos abriéndose entre cafés y negros.

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Arrumanse

EL ARRUMASE*

Por David Pérez Marulanda**

Pedro se arrellanó sobre la enorme silla abollonada del salón de espera. Cerró los ojos: quería evitar, así fuera de momento, la giratoria escena estrellada que se repetía una y otra vez, efecto de la rotación constante de la estación espacial. Evocó los viejos paisajes de diez años atrás y se puso muy tenso de pensar que tal vez no fueran los mismos. Tenía una vida que reconstruir en la Tierra; la reharía con afán pero saboreando cada evento, con aquella consciencia de tener una corta expectativa de vida y un cuerpo deteriorado tras una década de trabajo en Ío.

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Purgatorio

PURGATORIO

Por Said Chamie*

Cuando cruzó la pierna ya supuso que la cosa iría mal. Dejó el cigarrillo en el cenicero y habló decidida llenándose de confianza.

—Ya no quiero estar más contigo…

Soler, mudo, no le creyó del todo pero sintió que hablaba en serio, como quien reconoce la sentencia de algo equivoco. Mariana dejó que el silencio mitigara la culpa y culminó la frase.

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Al yacente

VIENDO AL YACENTE Y OTROS POEMAS

Por Javier Naranjo*

«De manera que los muertos que yo
entierro e incinero son iguales a los
muertos anteriores a ellos, para quienes
el tiempo y el espacio se han vuelto
mortalmente insustanciales.»
(Thomas Lynch).

Viendo al yacente sospecho que no sabe que está muerto. Creo que no tiene idea de que los otros tampoco existen y no importan.

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Gran legado

UN GRAN LEGADO

Por John Mayshash*

Grupos de cazadores–recolectores, desde hace miles de años, compartieron un gran territorio que supieron conservar y cuidar, a pesar incluso de las grandes campañas conquistadoras de países como España y Portugal, sin desconocer las promovidas por Inglaterra. Estos grupos nos dejaron un gran legado que no estamos defendiendo.

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Clitoriana

CLITORIANA Y OTROS POEMAS

Por Antonio Acevedo Linares*

Eres más clitoriana
que la luna
más que la noche
de las estrellas
más que el viento sobre
su pelo y su falda
más que el sonido
de una guitarra o el susurro
de su voz sobre mi oído
con sus labios entreabiertos
como los de sus muslos
cuando los beso con mi lengua
eres más clitoriana
que la caída de la lluvia
más que la sonrisa de sus labios
cuando los acaricio con
la yema de mis dedos
y más que los cinco sentidos
con los que te amo y me amas.

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Tango gabo

EL TANGO Y GARDEL EN LA OBRA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Por Luciano Londoño López*

El colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura 1982, siempre ha manifestado su amor a la Argentina y así lo ha expresado en varias entrevistas. El 16 de septiembre de 2004 el periódico La Nación reprodujo un cable de la agencia EFE, titulado «García Márquez y su amor por la Argentina». En esa ocasión el escritor dijo: «En cuanto a la Argentina, es el país que más amo y ya tendré oportunidad de ir. Yo me siento un invitado permanente de la Real Academia y del Instituto Cervantes.»

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Jose saramago

JOSÉ SARAMAGO: LA CEGUERA COMO METÁFORA

Por Luisa Fernanda Castaño Londoño*

«Creo que no nos quedamos ciegos, creo
que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos
que, viendo, no ven».
(José Saramago, Ensayo sobre la ceguera)

En un escenario donde aquellos que sufren la ceguera blanca, no llegan a saber la razón de lo que sobrellevan, la novela del escritor portugués José Saramago «Ensayo sobre la ceguera» (1995), nos sitúa como espectadores de una sociedad que se articula y se desarticula alrededor de «el mal blanco» o «mar de leche», como describen sus personajes la anomalía que les aqueja. Aquello de lo que se ha apoderado ahora su cuerpo, imposibilitándoles ver, no será por ausencia de luz —la oscuridad en que se hundirían sus vidas— por el contrario, es el exceso de esta, lo que les impedirá mirar.

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Es un caos

ESTO NO ES EL FIN DEL MUNDO… PERO ES UN CAOS

Por Sandra Raquel Ávila*

CHICOS GUAPOS

Tenía dieciséis o diecisiete cuando descubrí que el canillita del barrio de Colegiales vendía revistas sobre sexo. Comprar este tipo de revistas significaba matar curiosidades, despejar dudas. La revista ofrecía direcciones de solos y solas con ligeras descripciones físicas. Había una hoja que estaba dedicada exclusivamente a lectores que escribían y contaban sus anécdotas sexuales, todas historias raras para mí, yo una virgen novata por ese entonces. En una de ellas se decía: «Cuando mi marido se ausentó de casa por trabajo llamé por teléfono a unos chicos musculosos y bonitos que salían en un diario, tenía curiosidad. Los llamé. Combinamos horarios y vinieron a mi casa, eran tres. Eran más guapos personalmente. Cobraron por anticipado. Ese día viví la peor pesadilla. Los chicos lindos me ataron de pies y de manos a la cama, primero pensé que había sido parte de un simulacro, un juego, después me di cuenta que no. Tuve miedo. No hubo sexo carnal. Se masturbaron delante de mí, me embadurnaron el cuerpo y la cara con semen, hacían bromas entre ellos, me humillaban y golpeaban con un cinturón de cuero que agarraron de un cajón, me llamaron gorda. No conforme con esto, me robaron dinero, electrodomésticos. Me vaciaron la casa por completo, se llevaron todo lo que tuvieron a su alcance, inclusive mi cachorro cocker: Brandy. Me destruyeron el departamento, rompieron todo. Antes de irse abrieron sus braguetas y me orinaron la cama. Uno de ellos defecó cerca de donde yo estaba. Al día siguiente llegó mi esposo. Me encontró inmovilizada a la cama, el departamento en terribles condiciones. Fui sincera con él y le conté lo sucedido, escuchó atentamente cada palabra, lo noté afligido y preocupado. Llamó a su abogado, inició los trámites de divorcio. La misma tarde abandonó el departamento».

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Delocaso

OTRAS PUESTAS DEL OCASO

Por Adrián Roberto Yanzón*

1-

Odio la semilla roja del Liberalismo burgués
que quitó a los dioses de nuestra corriente vital,
caímos en la ignorancia de aquellos que nunca soñaron
con el vino de viejos imperios, ni pintaron símbolos en el
vientre de las cavernas.

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Traedora

DE UNA HOMBRE PERDIDO A OTRO

Por Alejandro Pérez*

Ese día me desperté a la hora de siempre aunque no tuviera que aparecerme por mi lugar de trabajo, era un viernes libre y tenía todo el fin de semana por delante. Me miré al espejo y aprecié mi rostro somnoliento, miré mis ojos y unas diminutas pupilas que esperaban estar un poco más dilatadas; estar drogado siempre es bueno. Tres palabras usuales —vamos ya campeón— y un poco de agua fría para espantar los malos pensamientos.

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Vodka solo

DEL VODKA QUEDÓ SÓLO LA RESACA (PRIMERA PARTE)

Por Juan Carlos Vásquez Prudencio*

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La plaza nos esperaba a todos con la boca abierta, para introducirnos a sus fauces, devorarnos poco a poco hasta ser unos simples espectadores, rodeada de torres, de construcciones antiguas de varios pisos y largos corredores. Largo muro de tumbas incrustadas a la pared, héroes anónimos, esperando por nosotros, para transportarnos en una burbuja cubierta por un cielo falso, con ruidos, rumores, bullicio de gente perpetuada en el tiempo, marchas de banderas triunfantes, sentencias y guillotinas, verdugos blandiendo su hacha en alto para cercenar la cabeza de la víctima, constructores con los ojos arrancados para que nunca más vuelvan hacer algo tan perfecto como una catedral de cúpulas y colores. Soldados elegantemente vestidos de un azul impecable, marchando con la pierna extendida a la altura de la cintura, simétricamente iguales, como si el mundo para ellos solo fuera el cuidar la puerta del cadáver de Lenin en su mausoleo, en horas eternas de largos inviernos, marchando al compás del repique de una campana en forma de copa invertida, golpeada por un martillo, que se oía en todas partes, en cada rincón del país. En los miles y miles de kilómetros que atravesaban de norte a sur y de este a oeste, se oía el tañir de las campanas y la voz que decía a todos gabarit mosckba, desde el año cuarenta y uno, cuando el caudillo anuncio con su voz gruesa y áspera, la invasión del enemigo.

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