Ciencia Cronopio

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PEQUEÑA HISTORIA DE UNA CLONACIÓN

Por: Esteban Galeano Gómez

Recuerdo cuando hace aproximadamente dos años logré, por primera vez, ¡clonar un ser vivo! El logro fue tras una práctica de laboratorio que duró aproximadamente un mes, en la que tuve una lucha invencible realizando soluciones, mezclas, extracciones de DNA, corridos electroforéticos, ampliaciones de las cadenas de nucleótidos, y finalmente cortes con enzimas de restricción y mediciones con marcadores moleculares para la comprobación del organismo clonado.

Y fue allí, en ese ínfimo segundo cuando el marcador me corroboró la efectiva clonación, donde tuve innumerables sensaciones en mi ser: sentía una profunda satisfacción y felicidad por el logro realizado, una mezcla entre confusión por lo complejo de la práctica molecular realizada y satisfacción por el resultado, y  en el fondo, en lo más íntimo de mi corazón. Contemplé un poder grandísimo en la naturaleza y los seres vivos, una riqueza intelectual profunda, pero a su vez advertí una responsabilidad ética de no manipular el conocimiento en contra de la salud y el bienestar de la naturaleza y la humanidad.

Es pertinente aclarar que en Colombia las prácticas de clonación apenas están en su etapa preliminar. Los científicos e investigadores nacionales tienen la tarea de ajustar y enriquecer cada vez más los protocolos de clonación y extracción de DNA para el eficiente desarrollo científico en el campo de lo molecular, y no será sorpresa que en pocos años se hayan perfeccionado al punto de satisfacer las exigencias de otros países más avanzados en el tema, ya que es altísima la calidad de los profesionales de nuestro país.

Además, actualmente el estudio de los genes es algo que está en su furor, ya que en ellos está la comprensión de todos los comportamientos de los seres vivos, y la expresión física de la naturaleza está explicada en ellos, de tal forma que no sólo se están estudiando los genes humanos, sino también genes de mamíferos, roedores, insectos, plantas ornamentales, árboles frutales y forestales.

Se observa que muchos genes tienen comportamientos similares en diferentes organismos, con lo cual, al estudiar más fácilmente genes de algunos mamíferos, por ejemplo, se entenderían muchos de los genes y funciones del ser humano.  Es bueno comentar que institutos Colombianos como CORPOICA, CENICAFÉ, CIAT, entre otros, avanzan rápidamente acuñando genes como los mencionados, compitiendo con institutos internacionales que alta talla tecnológica.

El análisis de estos mecanismos genéticos de la vida denota y posibilita una tecnología de la vida. Estamos asistiendo al nacimiento de una nueva ciencia, la Biotecnología. Pero, ¿qué es la biotecnología? Actualmente los expertos la definen como una ciencia que se dedica al estudio amplio de la manipulación génica, cromosómica y del DNA y su aplicación a muchas ramas de las ciencias naturales e ingenierías,  que permite el empleo de las células vivas para la obtención de productos útiles, como por ejemplo las tecnologías de la fermentación.

La biotecnología se apoya en muchas otras ciencias, tales como la biología general, la biología molecular, la botánica, la ingeniería genética, la botánica (cultivos celulares, propagación clonal), la microbiología, las ingenierías, y muchas otras, y a su vez éstas se retroalimentan con la biotecnología.

Asimismo, es increíble la trascendencia que han tomado hoy por hoy los avances en biotecnología: se observan cambios de manera notable en los campos de la medicina, la biología, la industria, lo estudios moleculares, y muchas ramas de la ingeniería. En la medicina, la terapia génica ha resultado efectiva en el tratamiento de muchas enfermedades, en la biología la filogenética impone nuevas formas de comprender la taxonomía y organización de los seres vivos, y en la industria las bacterias, hongos y otros organismos modificados genéticamente han resultado útiles para maximizar procesos en las cadenas productivas de muchas empresas y de innumerables productos.

Lo mencionado anteriormente hace comprender la importancia de la biotecnología hoy en día. Tal comprensión lleva a reconocer reconocer ampliamente que cada día se adquieren más y más destrezas en los laboratorios moleculares; tanto en las universidades como empresas destinadas a los desarrollos genéticos, un sinnúmero de intelectuales y de empresarios se están interesando por el desarrollo científico de la biotecnología.

Y aunque el conocimiento biológico y molecular es el mismo en cualquier campo, el manejo de éste es ambiguo en los diferentes ambientes, y allí radica tanto el avance biotecnológico, intelectual, de defensa de la naturaleza, como también de la degradación de los seres vivos, el consumismo y el “mercado genético”. La biotecnología enfrenta los problemas de deriva genética, ayudando así a la conservación de genes de interés, entre muchos otros.

Ese ser vivo que cloné hace unos años, continuando con los primeros párrafos escritos, se trataba específicamente de un tipo de bacteria de laboratorio muy conocida en el ámbito científico porque presenta excelentes características para ser utilizada como colaboradora en el transporte de material genético de otro tipo de organismos; de allí su importancia para ser clonada.

Por todo lo mencionado se puede comprender lo delicado de los procesos clonales, especialmente con microorganismos, en tanto que estos son susceptibles de ser utilizados como armas biológicas por investigadores inescrupulosos e irresponsables que desconocen las graves demandas éticas del quehacer científico. ¡No se puede jugar a ser insensato en la biología molecular!

Asimismo, la responsabilidad debe garantizarse  en la bioseguridad de los laboratorios y en la propia manipulación de los investigadores, dado que estos microorganismos tienen alta facilidad de escape por las partes más pequeñas del laboratorio.

Pero la falta de bizarría y arriesgarse al descubrimiento de cosas nuevas  en el laboratorio molecular, no puede conllevar a extremos, como lo podría ser la inmovilización intelectual. La genética debe seguir adelante en su camino por el desarrollo –con responsabilidad ética. Deberán así estudiarse mucho más los genes de interés en plantas que les permitan resistencia a enfermedades y plagas –plantas transgénicas–, así como entender parentescos entre diferentes organismos, y la influencia de los genes en las enfermedades y su posible corrección, entre muchas otras cosas.

Por intereses económicos, además, el estudio molecular y genético se ha desviado hacia una desafortunada y a veces malintencionada manipulación de los genes, principalmente en la alteración profunda de los animales y su configuración física y genética con fines de aumentos alimenticios, o estudios moleculares de cruces entre especies animales para simples observaciones y reacciones.

En este sentido, según mi perspectiva, la biotecnología podría no solo menguar sino combatir y terminar muchos de los problemas que nos atañen en la actualidad, como lo son la contaminación por petróleo, el efecto invernadero, los problemas de hambrunas mundiales, situaciones críticas de salud pública, y avances en la medicina –terapia génica y neurobiología. Aquí se podría traer a colación la transferencia de genes con interés de mejorar los cultivos agrícolas y forestales, estudios de paternidad, búsqueda de longevidad, desarrollos en la industria farmacéutica, perfumes.

Todo lo anterior, llevará a entender nuestra configuración humana, nuestra esencia, lo  que somos, y porqué hacemos lo que hacemos, pues todo ello  está explicado en los genes y en nuestra biología.

Desafortunadamente, en contraposición a lo anterior, nos espera a futuro una serie de problemas de origen económico: malos manejos de la información y el conocimiento biotecnológico; de orden jurídico: dificultades en las patentes; de tipo clonal y genético: quimeras y organismos inaceptables hechos por el hombre; y bioéticos: ¿qué es moralmente aceptable en el quehacer del biólogo o científico? El amor por la vida es honesto cuando se la conoce sin intención de destruirla sino de que persista, en promover su exhuberancia radica la moral del hombre de ciencia.
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6 COMENTARIOS

  1. Para los recien llegados a estos campos, ese es mi caso, artículos como el suyo nos instruyen. Además nos alegra saber que se consiguió la clonación de un organismo y proyectamos con la imaginación la trascendencia del logro. Adelante.
    Nota: le sugiero enviar el link de Cronopio a Guillermo Vásquez V. pues este cuenta con una base de direcciones electrónicas de Ing. Forestales muy amplia y podría hacer el esfuerzo de divulgarla.

  2. Señor Esteban Galeano.

    Permítame discentir respetuosamente con algunas oraciones de su interesante artículo sobre clonación, en una de las cuales afirma que «el estudio de los genes es algo que está en su furor, ya que en ellos está la comprensión de todos los comportamientos de los seres vivos» debido a que en ese componente o «expresión física» que usted comenta radica una predisposición genética producto de la evolución y por tanto es expresada en lo filogenético, es decir, en las tendencias comportamentales más gruesas de los seres vivos, entre ellos los seres humanos. Por ejemplo, el hecho de que un bebé aprenda a caminar en promedio desde los 10 hasta los 16 meses es producto de los procesos selectivos en nuestra especie para que la madre pueda brindarle los cuidados necesarios hasta que esté preparado para hacerlo por sí mismo. Considero importante como usted la comparación con otras especies, ya que compartimos genes con un sinnúmero de ellas y de esa rama tan grácil pero tan compleja pueden desprenderse descubrimientos en favor de la humanidad y de la naturaleza misma. Sin embargo, y aquí la diferencia, existe un desarrollo ontogenético en que cada individuo se apropia de ese repertorio conductual filogenético más las condiciones de su ambiente, y por tanto existe gran variabilidad en el comportamiento humano; por esa razón no todos los bebés comienzan a caminar en ese período. Es decir, para llegar a comprender, o más allá a predecir, «todos los comportamientos» humanos se requiere aún de muchos avances científicos conjugados. Incluso, considero que sería imposible poder llegar a tan avanzado nivel aunque incurra también en el exceso de desestimar la capacidad humana por conocer… Aún así esperaría que dicho conocimiento no se preste para manipulaciones o control político y económico de nuevas generaciones (como usted afirma: «¡No se puede jugar a ser insensato en la biología molecular!»).

    Retomo nuevamente sus palabras «la biotecnología podría no solo menguar sino combatir y terminar muchos de los problemas que nos atañen en la actualidad» y quiero con ellas expresar desde el otro lado de la balanza que cualquier avance en esta disciplina no sería la panacea ni las soluciones remediales de nuestra situación mundial actual, pues significaría continuar pretendiendo que por «la vía fácil» se resuelvan los problemas si no aportamos nuestro trabajo y cada ser humano no se responsabiliza por sus propias acciones (desde los grandes líderes mundiales, empresarios y científicos, hasta los seres más anónimos). Y es que paradógicamente esta parece ser la «vía difícil»: entender la diferencia del otro y asumirla con respeto; resolver los conflictos mediante el diálogo y la discertación; tener la empatía suficiente para pensar en el congénere antes de realizar una acción que pueda afectarle; amar la naturaleza y su diversidad antes que el dinero y la necesidad de acaparar el poder.

    De esta manera científica pero humana, «Todo lo anterior, llevará a entender nuestra configuración humana, nuestra esencia, lo que somos, y porqué hacemos lo que hacemos (ya que todo ello no) está explicado (sólo) en los genes y en nuestra biología»*.

    Por lo demás, permítame felicitarle por su trabajo y su actitud ética manifiesta frente a este asunto tan complejo.

    *Las palabras dentro de los paréntesis son mías ( )

    Cristian Osorio

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