Literatura Cronopio

0
184

UN BLANCO FÁCIL Y OTROS MICRORRELATOS

Por Libertad Córdoba*

UN BLANCO FÁCIL

Volví a enfocar la figura uniformada en la mirilla del rifle. Comenzaron a sonar canciones de fado a lo lejos que me taladraban la memoria como los villancicos después de Nochebuena.

La vecina del cuarto terminaba, como de costumbre, su último cigarrillo y la ceniza se posaba en mi ventana anunciando la muerte. La noche estaba siendo dura: Se había pasado horas gritando a la humanidad como una energúmena, consiguiendo, tan sólo, que los vecinos golpeasen varias veces su pared con ahínco y le profiriesen unos cuantos insultos sobre su salud mental.

Silencié mis pasos, afiné la puntería y fui reptando unos metros… Siempre odié mi imagen en los espejos de pared.

EL POZO

Como siempre, después de un largo día, el abuelo se dispuso a lavarse las manos antes de comer. La escasa cantidad de agua y la extraña forma del pozo no lo detuvieron. Arrodillado, se enjuagó como pudo.

Al sentarse a la mesa, no reparó en el sonido de la cisterna, en el gesto enervado de Conchi tras éste, ni en las caras estupefactas de los comensales, cuando comenzó a romper la servilleta para ahogarla en el vaso de agua que la enfermera le ponía puntualmente a las dos. No había manera de que se lavase las manos en el lavabo.

CUESTIÓN DIONISÍACA

La tenue luz de la vela sobre la copa de brandy de Jerez y la música apacible del restaurante de siempre creaban la atmósfera idónea para el momento. Hacía dos años que trabajábamos juntos. Llevaba meses planeando este encuentro. Era el momento de sacar a relucir las dotes como enólogo que había heredado de mi padre… después de sumergirme en las barricas de roble de mi copa, pude comprobar que, una vez más, estaba solo.

LAS CAJAS DE CERILLAS

Ambos tenían el mismo sueño. Habían examinado minuciosamente el terreno por el que pasaría, la unión de los vagones, la seguridad de los raíles y el empuje que necesitaba para llegar al destino fraguado. Una tarde más, el mundo se paraba cuando se ponían manos a la obra. Fue entonces cuando la tierra se vino abajo sepultando no sólo las cajas de cerillas que tanto esfuerzo les había costado conseguir, sino su fantasía infantil…

Discretamente, el abuelo se limpiaba las lágrimas al montarse en el metro.

DEMASIADO TARDE

—¿En qué momento de la educación de su niña habían empezado a equivocarse? —se preguntaba al mirar a su mujer.

Las paredes retumbaban ante los sonidos infernales de la música y no dejaban de entrar tipos repugnantes a la habitación. Era consciente de que la niña era joven, guapa y llamaba la atención, pero no podía soportar ni un segundo más esas carcajadas adolescentes. En ese momento, Antonio se ajustó el cinturón y con aire dictatorial, se levantó del sofá.

Como sucedía desde hacía tres años volvió a quedarse petrificado al abrir la puerta… No había nadie.

NOSTALGIA

Subir de nuevo a la habitación; revisar el pulcro orden de los libros que nutren la estantería; repasar una a una las fotos de la orla de parvulario; abrir la caja de zapatos que atesoraban, revueltos, entre notas de libreta, entradas de cine y servilletas con dedicatoria, los poemas que una vez garabateó; para, finalmente, levantar la vieja máquina de escribir y encontrar el recibo del banco.

GAJES DEL OFICIO

Era de los pocos detectives honrados que quedaban en la ciudad y esta vez no iba a ser diferente: examinó el cadáver, husmeó las huellas que rodeaban la casa, tomó testimonio de todos y cada uno de los presentes para, una vez en su despacho, recomponer la historia y poder dar respuesta a tan horrible suceso. Después de verificar que lo tenía todo, con una frialdad pasmosa, dejó que la policía retirase el cuerpo de su novia.

LORCA VIVE

Acuérdate de lanzar mis cenizas al mar… Ya sabes que siempre odié las carcajadas de la gente en la plaza de la iglesia, la interminable misa en la que el cura recuerda que «hay que asistir a la casa del señor», las típicas plañideras que ni siquiera me conocen, las miradas que miden la tristeza de los familiares según las lágrimas del momento y el continuo «¡chisss!» de tu madre que ha preferido siempre las apariencias a mi opinión —me dijo— y , desde entonces, sólo leo a García Lorca y no encuentro un hueco en las paredes para otro post–it más.

EL DESAMPARO

—La Inquisición no tardará en llegar —le dijeron.

Presa del pánico, anduvo por el pasillo que le indicaban. Cuando lo sacaron del pesebre pudo verlo: El «semihombre» parecía expatriado de la taberna después de tomarse unas cuantas copas de Alvear. Movía un palillo entre los amarillentos dientes puntiagudos, al tiempo que desnudaba a la joven con la mirada.

—Esto no es un bebé —dijo la chica.

La única opción era reconocerlo como suyo. Ahora sólo quedaba un paso: cómo explicárselo a sus padres que braceaban detrás de una competición de patos para extirparles la cabeza.

—La maternidad es algo extraño —pensó.

 

ECLIPSE

Salió, sigilosa, a estirar las piernas. Veinte años después, toda la ciudad recordaría el eclipse de sol que, sin ser anunciado en televisión, los dejó sin luz cuatro horas en pleno agosto.

_________

* Libertad Córdoba. Nacida en Málaga (España) en 1983. Su vida transcurrió en un pueblecito de la provincia (Vvª del Trabuco). Terminó sus estudios superiores en Archidona en el año 2001, fecha en la que iniciaría Filología Hispánica en la Universidad de Málaga hasta el año 2005. Desde el año 2007 ha trabajado como profesora en Granada, Córdoba y Málaga. En el ámbito educativo ha formado parte de diversos tribunales en concursos anuales de poesía, relato corto y microrrelato. Ha dirigido y llevado a escena en el ámbito juvenil, algunas obras dramáticas como «La zapatera prodigiosa», «La casa de Bernarda Alba» o «La venganza de Don Mendo», entre otras. Fue seleccionada en el II Concurso de Microrrelatos nocturnos, «Inspiraciones nocturnas», por la editorial Diversidad Literaria, para formar parte de una antología con este título en 2016. En ese mismo año su poesía «Deseo» fue elegida por Ediciones de Letras para colaborar en su antología «VER S.O.S. II». Actualmente, armoniza su actividad docente con la colaboración en la revista gaditana «Hércules Cultura en Abierto» y ultima los detalles de su primera obra poética que saldrá próximamente a la luz.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.